El secretario general de ELA Adolfo Muñoz, Txiki, ha denunciado que la actuación de los gobiernos en esta crisis “está siendo completamente irresponsable”.
Muñoz ha indicado que no es de recibo que, “por ejemplo, Zapatero reniegue de sus ideas socialistas y se confunda con la derecha más rancia para aplicar los recortes sociales y laborales más duros de toda la Unión Europea”.
Igualmente ha calificado de irresponsable la actuación de los gobiernos de Gasteiz y de Iruñea que, haciendo dejación de su capacidad competencial, “aceptan con entusiasmo las limitaciones de gasto que el gobierno español pretendía imponer, con los consiguientes recortes de gastos sociales y de empleo público”.
Respecto a las propuestas realizadas la semana pasada por Sarkozy y Merkel, el secretario general de ELA las ha criticado, ya que, “salvo un guiño a la galería que se va a quedar en nada (la imposición de una tasa a las transacciones financieras), el resto de medidas anunciadas son muy graves, y suponen ir más allá en la imposición de límites al gasto público; fundamentalmente al social. Los líderes de la Unión Europea solo mira por los intereses de la banca y de las grandes empresas.
Muñoz ha hecho énfasis en que “la política que está llevando a cabo la Unión Europea nos conduce a una nueva recesión, a la destrucción de más empleos y a un empobrecimiento generalizado de la población. La construcción europea, la del Tratado, es un completo fracaso; solo ha funcionado el dumping social, laboral y fiscal”.
Muñoz ha señalado que “ELA viene denunciando que los gobiernos se han puesto al servicio de lo que pide una minoría poderosa y han abandonado su función de actuar a favor de la mayoría de la población. Es un enorme fraude antidemocrático, cuya corrección exige profundizar en la democracia a la vez que un cambio radical de las políticas públicas. Todo esto sucede en un contexto en el que la negativa a enfrentarse al neoliberalismo consolida, en la práctica, una hegemonía de políticas de derechas que marca la agenda y los contenidos de la política… siempre en la misma dirección: atacar derechos sociales y laborales para transferir renta al capital”.
ELA exige, ha recordado Muñoz, que “la salida a la crisis debe basarse en una política que distribuya la riqueza de forma mucho más justa”. La alternativa està ahí, en atacar las causas que provocaron esta crisis, por lo que:
- Los salarios deben ganar poder adquisitivo (en los últimos años la participación de las rentas de trabajo en la riqueza ha descendido 7 puntos). Es inaceptable). Cada vez hay más trabajadores y trabajadoras con problemas para llegar a fin de mes.
- La creación de empleo estable y de calidad debe ser el eje central de las políticas públicas (y no el de la contención y recorte del gasto público, que no hace sino agravar la crisis). La reducción de la jornada, más en una coyuntura de alto desempleo, debe seguir siendo una reivindicación para combatir el paro.
- Es urgente una política fiscal que de marcha atrás a los regalos hechos a los más ricos. La connivencia con el fraude de las haciendas debe acabar. Sí, hay que dar marcha atrás en las múltiples reducciones de impuestos aprobadas en los últimos años a las rentas altas, las empresas y el capital. Llama la atención que Warren Buffet (la tercera fortuna del mundo) afirme la necesidad de que los ricos como deben pagar más impuestos. Dice, que mientras sus trabajadores pagan el 36% él solo paga el 16%. Dice también, contra la opinión de los neoliberales de aquí y de allá, que elevar los impuestos a las rentas altas favorece el empleo. Los beneficios no gravados (lo hemos repetido muchas veces) no son inversión productiva generadora de empleo; es especulación y evasión de capital. Es indecente que nuestros responsables políticos sean superados en reflexión social por los poseedores de grandes fortunas. Indecente y muy clarificador para saber a quienes defienden.
- El gasto social debe aumentar notablemente su peso, para dar respuesta a las enormes necesidades que tiene la población, y en especial a los colectivos más desfavorecidos, en materias como prestaciones económicas, vivienda, sanidad, educación, servicios sociales, etc… El gasto público debe orientarse a cubrir necesidades sociales, que, además, crean mucho más y mejor empleo que el que se genera por actuaciones injustificadas económica, social y medioambientalmente, como son el TAV, el Puerto de Pasajes o el circuito de carreras de Los Arcos.
- Y en relación al mundo financiero ELA estima que es un contrasentido que la derivada de esta crisis sea que las Cajas de Ahorros entren en un proceso de privatización, para que la banca privada tenga un dominio aun mayor de la economía. Justo lo contrario, necesitamos una banca pública capaz de priorizar los intereses públicos.
“Nada de lo que sucede -ha señalado Muñoz- es ajeno a las políticas que hemos sufrido en los últimos años y, sin embargo, nadie asume ninguna responsabilidad por el fracaso de esas políticas. Al contrario, es mucho más grave: son los mismos que fracasaron los que siguen marcando las agendas políticas, usando la política en su beneficio. Son los mismos que han privatizado la economía, los que eliminaron la banca pública, los que impusieron la precariedad laboral, los que descapitalizaron lo público, los que orientaron las reformas fiscales para beneficio exclusivo de los más ricos. Padecemos una suerte de conspiración en la que una elite muy poderosa tiene cautiva a la política para que todo se haga en su beneficio”.