El Ayuntamiento destina 55.000 euros al año a hacer controles de calidad más exhaustivos que la ITV en un mínimo de 40 autobuses
El Ayuntamiento de Bilbao reforzará el control de calidad de los autobuses urbanos con un protocolo de inspección de sus condiciones técnicas, de seguridad vial y protección del medio ambiente. El servicio se adjudicará a una empresa especializada con un gasto de 55.000 euros al año, y el objetivo es revisar un mínimo de cuarenta vehículos -elegidos de forma aleatoria- con criterios más exigentes que los de la ITV. La medida responde al «compromiso adquirido en el pleno» tras las críticas al mantenimiento de la flota durante la huelga de 2010, según explica el concejal de Circulación y Transportes, Asier Abaunza.
De los controles que exige la normativa -todos los autobuses deben pasar la ITV cada seis meses- se encarga la empresa adjudicataria del servicio. Cuando se firmó el contrato con Veolia en 2008 -ahora está negociando la subrogación con Alsa y Pesa- se introdujeron unos parámetros de calidad que tienen consecuencias «en una parte de la liquidación». Los resultados obtenidos con la multinacional francesa han sido «en general favorables, aunque en algún caso se le ha penalizado». La labor que realizaban los técnicos del área con una asistencia técnica se ha reforzado después de la huelga. El año pasado se hicieron inspecciones durante tres meses, con un contrato menor, y a partir de ahora el «test de flota» se llevará a cabo de forma continuada, siguiendo un protocolo.
De los controles que exige la normativa -todos los autobuses deben pasar la ITV cada seis meses- se encarga la empresa adjudicataria del servicio. Cuando se firmó el contrato con Veolia en 2008 -ahora está negociando la subrogación con Alsa y Pesa- se introdujeron unos parámetros de calidad que tienen consecuencias «en una parte de la liquidación». Los resultados obtenidos con la multinacional francesa han sido «en general favorables, aunque en algún caso se le ha penalizado». La labor que realizaban los técnicos del área con una asistencia técnica se ha reforzado después de la huelga. El año pasado se hicieron inspecciones durante tres meses, con un contrato menor, y a partir de ahora el «test de flota» se llevará a cabo de forma continuada, siguiendo un protocolo.
Siguen los paros
El contrato se ha lanzado por dos años prorrogables por otros dos y la adjudicataria deberá revisar al menos cuatro vehículos al mes con equipos homologados. El examen abarcará desde el exterior y las puertas del vehículo hasta «levantar la tapa del motor y comprobar todas las piezas» para luego redactar un informe. Se calcula que la puesta a punto cubrirá cada año un tercio de las unidades y el control de calidad se mantendrá «independientemente de quién sea el adjudicatario del servicio», indica Abaunza.
Por otra parte, los trabajadores de Bilbobus seguirán con los paros anunciados para este mes tras la asamblea celebrada en la noche del jueves, en la que no hubo votación. Del 19 al 29 de marzo pasarán a ser diarios, incluidos fines de semana, y de cuatro horas por turno.
Por otra parte, los trabajadores de Bilbobus seguirán con los paros anunciados para este mes tras la asamblea celebrada en la noche del jueves, en la que no hubo votación. Del 19 al 29 de marzo pasarán a ser diarios, incluidos fines de semana, y de cuatro horas por turno.
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