Los paros de 8 horas, secundados por la totalidad de la plantilla, se mantendrán el fin de semana
La reunión en el Preco que ayer mantuvieron el comité de empresa de Bilbobus y Veolia no sirvió para desbloquear la negociación del convenio colectivo, origen del conflicto que ha llevado a un calendario de paros que sigue cumpliendo etapas. Tal y como avanzó el miércoles el presidente del comité, Pedro Angulo, durante la cita se limitaron a tratar una serie de denuncias planteadas en su día por los sindicatos sobre ciertos «incumplimientos» de la empresa con respecto a la mediación de 2010. Entre los asuntos que se discutieron figuraban el reparto de quincenas entre los trabajadores, que supervisará un mediador, o la concreción de las dietas, y sobre los que no se llegó a acuerdos.
Angulo volvió a manifestar la disposición de los sindicatos a sentarse a negociar con la dirección de Veolia «donde quiera la empresa» tras insistir que desde el pasado 13 de febrero no se han producido reuniones de la mesa negociadora. Fuentes de la compañía, por su parte, aseguraron que los asuntos tratados ayer en el Preco están relacionados con el convenio colectivo. Además, informaron que las partes tienen previsto mantener una nueva reunión el 16 de abril en el Consejo de Relaciones Laborales.
Entretanto, la huelga continúa en un ambiente de normalidad. Durante toda la semana, la totalidad de la plantilla ha secundado cada uno de los paros convocados de ocho horas -de 7.30 a 11.30 horas y de 16.30 a 20.30-, cumpliendo con los servicios mínimos del 30% establecidos por el Gobierno vasco y sin que se registraran incidencias. Las protestas se mantendrán hasta el día 26, incluido por primera vez el fin de semana. Las convocatorias se han sucedido en un clima de incertidumbre sobre el futuro del servicio público, que podría cambiar de manos próximamente. Y es que la firma francesa Veolia negocia desde hace unas semanas ceder el contrato de Bilbobus a las compañías Alsa y Pesa.
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